Secuestro
Y otra vez me había quedado dormido como de costumbre, a penas alcance a vestirme y salí corriendo a la escuela o sino volvería a llegar tarde y esto me provocaría una suspensión de una semana lo cual ocacionaría un regaño por parte de mis padres.
No quise tomar el autobús iba a tardar 10 minutos en llegar aparte de que acaba de pasar y tendría que esperarlo por lo tanto mi mejor opción fue salir corriendo rumbo a la escuela.
En mi mente solo tenía clara una cosa "debía llegar a toda costa a la escuela" por eso no le preste atención cuando parecía que una camioneta negra me seguía, ni tampoco cuando se detuvo delante de mi y bajaron dos hombres. Debí detenerme, debí correr en sentido contrario a los hombres y no haber seguido mi camino, sin embargo me di cuenta muy tarde del error que había cometido.
Choque contra uno de ellos, no me detuve pero uno de ellos me tomo de la mochila mientras el otro me sujeto y el que en un principio me tomo de la mochila se cerco a ponerme un pañuelo húmedo en la nariz y boca. Todo paso en cuestión de segundos que no me dió tiempo de reaccionar más allá, pronto se volvió obscuro todo, siendo lo último que ví, la camioneta negra.
Después de no sé cuánto desperte con un fuerte dolor de cabeza, lo primero que hice al abrir los ojos fue moverme sin embargo no pude, mis pies y manos estaban atados, también tenía una mordaza.
Miré a mi alrededor, había más chicos y chicas ahí e igual que yo estaban amarrados, todos estábamos asustados y fue ahí cuando me recriminé el no haber tomado el autobús para ir a la escuela.
Estábamos en una habitación vacía donde apenas había una lámpara en el centro de la habitación la cual nos dejaba mirar muy poco por la poca iluminación que daba. Logré contar al menos 20 chicos aquí conmigo, muchos lloraban, otros se removía, otros aún no despertaban y otros se quedaron petrificados del miedo.
Sin embargo todos mis pensamientos quedaron en el aire al oír un cerrojo ser abierto, una puerta que no sabía de su existencia se abrió y dos hombres bajaron por esta posicionándose enfrente de nosotros.
Xx: ¿Son todos?
Xx: Todos estos chicos provienen de Corea del Sur
Todos temblaban, uno de los señores se acercó a cada uno de nosotros, nos tomaba del mentón, nos observaba y nos soltaba para pasar con el siguiente chico o chica.
Xx: Alístenlos el primer comprador vendrá por la mitad y los otros los enviaremos nosotros
Luego de eso ambos hombres salieron del cuarto dejándonos solos otra vez, no sabía a dónde iba a parar pero ahora sí tenía miedo, hubiera preferido mil veces el regaño de mis padres por la suspensión a esto.
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