Primera vez

 Pasaron días, lo sabía sólo por el reloj de pared que tenía en la cocina, él venía en la mañana o después de trabajar, esto era un martirio ya que las veces que venía no hacia más que golpearm, mi cuerpo estaba lleno de moretones, cicatrices y marcas.

Mis pensamientos fueron interrumpidos al oír la puerta abrirse, lo ví entrar, se veía mal y lo noté cuando olí sus feromonas, estaba en celo. El miedo me invadió, él se acercó a mi y me tomo posesivamente besando mis labios con brusquedad causándome dolor al separarse por morderme tan fuerte.

<Espera..>

Tae: ¡Shhh!

Y cuando menos me lo espere ya estaba en la cama desnudo con él arriba retirándose la camisa, cerré mis ojos y un grito de dolor junto con lágrimas escaparon tanto de mi boca como de mis ojos al haberse introducido sin previa preparación.

<Detente>

Tae: ¡Cállate!

<Basta>

Seguí implorándole que se detuviera pero no lo hizo al contrario fue peor, mis gritos y súplicas lo acabaron hartando, tanto que puso su corbata en mi boca, mientras qu econ su cinturon ato mis manos llevándolas a mi espalda.

El no se detuvo por nada, cada vez mis piernas temblaban más y al poco rato sentí su semen llenar mi entrada, luego su miembro se hincho, estaba anudando en mí. Un dolor punzante se instalo en mi entrada y cadera, sin embargo no espero a que se terminara cuando empezo a embestirme otra vez.

Cada vez me sentía más débil, ya no sabía cuántas veces había anudado en mi pero mis ojos pesaban, estaba cansado y sabía que ya no resistiría por más tiempo.

Por la sábanas veía que estaba sangrando, su semen y mi sangre mezclados, no luche más y me deje llevar por el lado obscuro que me abrazaba, sólo esperaba que ya no pudiera despertar.

Mi primera vez había sido de lo mas horrible y por desgracia se convertiría en un mal recuerdo, de esos que no quieres recordar, sin embargo sabía que por desgracía no sería la única vez que lo viviría.