Castigo
Amo: Te crees muy listo ¿Verdad?
Un fuerte tirón de mis cabello me hizo despertar y en busca de alivio lleve mis manos a su entrepierna donde le golpee. Este me soltó cayendo al piso pero los otros dos hombres me tomaron dejándome inmóvil.
Amo: Hijo de........llevénselo
Y como sino pesara me sacaron de aquel cuarto llevándome por un pasillo mientras que el "amo" venía detrás de nosotros. Llegó en un punto dónde terminamos en una puerta grande de color negro, la abrieron y nos adentramos en ella, prendiendo la luz un de ellos.
Amo: Aquí aprenderás a respetarme, no eres nada más que una simple mascota y cuando se te venda deberás respetar a tu verdadero dueño
<Yo no soy ninguna mascota>
Amo: Cállate, llévenlo a la mesa
Cargándome me dejaron en la mesa sin dejar de sujetarme, el "amo" se acercó a mi con las esposas que anteriormente tenía puestas y que me las quité.
Me las volvió a poner pero está vez poniendo un candado para que no me las pudiera quitar, pero eso no iba a ser problema, encontraría una forma de quitármelas.
Luego hizo una señal, que no la entendí pero sus hombres si y me pusieron de rodillas, el otro se acercó a mis pies pero no ví lo que hizo, luego tomó mis manos y puso una cadena corta en las esposas.
Está la jalo y me hizo quedar apoyado en mis manos luego ví que había puesto otra igual en mis pies, éstas las sujeto de forma que me hacía estar en cuatro con rodillas y brazos apoyados.
Me removí inquieto pero era inútil, no podía hacer nada, oí sus risas y me sentí completamente humillado, estaba en una pose comprometedora frente a tres hombres pervertidos.
Amo: Mira que lindo te ves, ahora sí pareces un petboy
Mis ojos se habían cristalizado, estaba siendo humillado a este grado, la poca dignidad que me quedaba ya me la habían robado.
Amo: Ahora si espero que obedescas
Algo frío se ingresaba a mi entra de manera brusca, estaba metiendo otra vez esa cola en mi. Cuando se acercó de frente para ponerme el collar mordí su mano, sabía que no podía moverme pero si morderle, este grito y me miró recriminatoriamente.
Amo: ¡Idiota! Pero aprenderás
Los otros dos hombres que no habían hecho nada se acercaron deteniéndome, entonces el "amo" salió del cuarto pero no tardó en volver y vi lo que traía en las manos comencé a removerme.
Puso en mi boca la mordaza y ya no pude moverla , no podía abrirla o cerrarla, ya no podía hablar y mantenía siempre mi boca abierta. Él me miró sonriendo y luego me puso ese maldito collar.
Amo: Pero que lindo te ves kitten, ahora espero y aprendas la lección, no podrás quitartelo
Me sentía idiota, uno de los hombres me bajo de la mesa poniéndome en el piso, no podía hacer nada, el amo se acercó y me ensartó la cadena con el aro del collar.
Amo: Vamos a trabajar, hay mucho por hacer
Sonrió, su sonrisa me dio escalofríos, estaba asustado, me saco del cuarto jalandome y yo poniendo resistencia, sin embargo enrredo la cadena en su brazo provocando que me ahorcara cuando la jalaba.
Amo: O caminas bien o te iré ahorcando ¿Entendido?
Asentí por inercia y seguí caminado de tras de él tratando de regularizar Mi respiración y con los ojos cristalizados, tenía muchas ganas de llorar.
Comentarios
Publicar un comentario